jueves, 9 de diciembre de 2010

"CASO SCALA"; ACUSAN A CARDONA DE PROVOCAR LA "ACTIVIDAD FRENÉTICA" DEL CDEIB PARA DESVIAR SIETE MILLONES

Apertura de juicio oral

    * Apuntan a una trama bajo el 'lema de más facturación, más comisión'
    * Usaron las coberturas formales 'para pasar desapercibidos'
    * Solicitan que el PP resarza 10.585 euros de fondos públicos

Europa Press | Palma

La Fiscalía Anticorrupción atribuye al conseller de Comercio, Industria y Energía en la pasada legislatura del PP, Josep Juan Cardona, así como al resto de principales imputados del conocido como caso Scala, de provocar durante cuatro años -de 2003 a 2007- la "actividad frenética" del Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) con el objetivo de desviar unos siete millones de euros, todo ello mediante un "saqueo sistemático de las arcas públicas" y aprovechando la falta "total y absoluta" de controles administrativos y financieros.

Así lo pone de manifiesto en el escrito de 175 páginas que ha presentado ante el Juzgado de Instrucción número 4, al que ha tenido acceso Europa Press, para solicitar la transformación de estas diligencias en procedimiento abreviado como paso previo a la apertura de juicio oral. En él, el Ministerio Público imputa los delitos de asociación ilícita, malversación, cohecho, prevaricación, fraude a la administración pública y falsedad documental a diez de los 18 encausados contra los que pide que continúen las investigaciones.

En el caso de Cardona, la acusación pública achaca a Cardona la posición de "líder o jefe director" de esta presunta trama de corrupción, mediante la que tanto el ex conseller como el entonces director general de Promoción Industrial, Kurt Viaene, y la ex gerente del CDEIB, Antònia Ordinas, "idearon, planificaron, desarrollaron y ejecutaron" actuaciones dirigidas a "apoderarse de ingentes cantidades de dinero procedentes de los fondos públicos", bajo el "lema de más facturación, más comisión" y utilizando "todas las coberturas formales necesarias a efectos de que el expolio pasara desapercibido".

El PP, responsable civil
Los fiscales Juan Carrau y Pedro Horrach solicitan además que el PP, como responsable civil, resarza 10.585 euros de fondos públicos, mientras que piden que Cardona, Viane y el también imputado Antonio Munar amplíen su fianza de responsabilidad pecuniaria en 14.113 euros, a raíz del transporte de material electoral del PP desde Mallorca a Ibiza y que habría sido abonado con fondos del Consorcio.

En el caso de Cardona, la acusación pública le achaca la posición de "líder o jefe director" de esta presunta trama de corrupción, mediante la que tanto el ex conseller como el entonces director general de Promoción Industrial, Kurt Viaene, y la ex gerente del CDEIB, Antònia Ordinas, "idearon, planificaron, desarrollaron y ejecutaron" actuaciones dirigidas a "apoderarse de ingentes cantidades de dinero procedentes de los fondos públicos", bajo el "lema de más facturación, más comisión" y utilizando "todas las coberturas formales necesarias a efectos de que el expolio pasara desapercibido".

Tal y como detalla el escrito, el primer paso fue la creación de una estructura jerárquica "perfectamente organizada" que hiciera posible el desvío, y a partir de ahí organizar la asistencia del CDEIB"a todas las ferias y eventos imaginables" así como contratar "cientos de estudios e informes cuyo contenido era inútil a efectos de interés público", una actividad que provocó que el presupuesto anual de la empresa "se agotase muy rápidamente, lo que suponía un freno a la actividad delictiva del grupo".

Es por ello que, relata el Ministerio Fiscal, Cardona decidió inyectar de forma reiterada dinero al Consorcio mediante la transferencia de fondos de la Conselleria y la firma de convenios de colaboración con el Instituto de Innovación Empresarial (IDI), "hasta el extremo de solicitar y obtener préstamos con entidades bancarias para obtener más fondos públicos de los que apropiarse". De forma paralela, Cardona, Viaene y Ordinas se reunían de forma periódica en diversos hoteles "para planificar las estrategias y procedimientos de expolio", pagando las pernoctaciones con cargo al CDEIB.
 
'Robo sistemático' mediante testaferros
Así, la Fiscalía asevera que el "robo sistemático" efectuado por los inculpados se llevó a cabo mediante la creación de entidades mercantiles al frente de las cuales usaban "hombres de paja o testaferros" y a las que otorgaban numerosos contratos; la utilización de empresas existentes que pasaron a controlar; la exigencia y cobro de comisiones a proveedores del CDEIB y la organización de las ferias en las que participaba el Consorcio. "Una actividad delictiva que requería la creación y mantenimiento de una infraestructura personal o red de colaboradores", detalla la acusación.

Entre otras actuaciones, los fiscales señalan cómo Ordinas alteró facturas de compras que había realizado en el extranjero, concretamente en China -donde había acudido en representación del CDEIB-, modificando el importe y remitirlas al Consorcio para su abono; y cómo Cardona, Viaene, Ordinas y los encausados Felipe Ferré y Arnaldus Van Den Hurk se apropiaron de fondos de la empresa para realizar viajes particulares a China en busca de oportunidades de negocio "para provecho propio".

Cabe recordar que la causa permaneció durante varios meses en manos del magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), Antoni Capó, debido al aforamiento de Cardona. Durante ese periodo, el juez le impuso una fianza de responsabilidad civil de 2.940.380 euros frente a los 4,8 millones que solicitaron los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach, así como la acusación particular, el pasado 21 de abril.

Sin embargo, en el marco de este proceso, el ex conseller, asistido por el letrado José Zaforteza, ha asegurado no tener vinculación alguna con sociedades que en la pasada legislatura resultaron adjudicatarias de diversos contratos por parte del Consorcio de Desarrollo Económico, en contra de lo que apuntan las pesquisas.

Los otros imputados
Además de Cardona, Ordinas y Viaene, los imputados contra quienes la Fiscalía pide que continúe el proceso penal son el ex concejal del PP en Lloseta, Felipe Ferré -quien ha confesado los hechos de cara a futuras atenuantes-; el empresario Arnaldus Van Den Hurk; la esposa de Ordinas, Isabel Rosselló; la secretaria de Ordinas, Daniela Francisca Beaumont; el marido de ésta, Jaime Fernández Abad; el publicista Joan Rosselló; el administrador de Mercantiles NTC, Francisco García; el de Camino Export, Sergio Pereletegui; el de Taller Grafic, Jaume Gil; Manuel Carmelo; Pedro Veny; Juan Enrique Riera; Antonio Munar; Antoni Miguel y Francisco Mauri.

"CASO VOLTOR"; LA FISCALÍA PIDE LA DOCUMENTACIÓN SOBRE LA CUENTA DONDE BUILS INGRESÓ 1,2 MILLONES

CORRUPCIÓN  | De forma irregular

Europa Press | Palma

La Fiscalía ha solicitado a la juez instructora del caso Voltor, Carmen Abrines, que requiera a la entidad bancaria Banif que aporte toda la documentación relativa a la cuenta corriente que presuntamente abrió el ex conseller de Turismo Francesc Buils, quien según las investigaciones efectuó en ella dos transferencias por un total de 1,2 millones de euros de fondos públicos pese a contar con un informe jurídico desfavorable.

De este modo, el Ministerio Público quiere avanzar en las pesquisas relacionadas con esta cuenta, investigada en el marco de la pieza número tres del caso Voltor, tal y como consta en un escrito presentado recientemente por el fiscal Miguel Ángel Subirán al Juzgado de Instrucción número 10. En concreto, la acusación pública desea conocer el contrato de apertura y la documentación firmada tanto por Buils como por el también ex conseller de Turismo, Miquel Nadal, y el ex director gerente del Inestur, Antoni Oliver, y que el Banco de España concrete además en nombre de quién se abrió la cuenta corriente en Banif.

La Fiscalía solicita finalmente que tras la aportación de toda esta documentación, la magistrada interrogue como imputado a Oliver en relación a estas pesquisas. El propio ex gerente ya manifestó en sede policial que fue el ex contable de UM, Álvaro Llompart, quien propuso la apertura de esta cuenta tras entrevistarse con Buils y con el ex presidente de la formación 'uemita', Miquel Àngel Flaquer.

Nadal aseguró, sin embargo, que cuando tuvo conocimiento de la existencia de esta cuenta, ordenó que se cancelase de forma inmediata, y al preguntar por qué había sido abierta, le explicaron que fue una decisión del anterior conseller, es decir, de Buils.

En un oficio policial incluido en el amplio sumario del caso, el Grupo de Delincuencia Económica asevera que "llama poderosamente la atención" el hecho de que los intereses a percibir en la cuenta de Banif sean nulos, pese a la cantidad ingresada, de lo que se deduce según el escrito que la apertura de la cuenta y el ingreso de los 1,2 millones de euros con un informe jurídico en contra "no obedece a los intereses del Inestur en cuanto a la obtención de una alta rentabilidad". De hecho, el capital invertido no llegó a producir rentabilidad alguna


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RAMA GÜRTEL; FAJOS DE BILLETES A LOS POSTRES Y COPAS CON VOLUPTUOSAS CHICAS

Restaurante Sorolla, Pigmalión y Serrano, 50
 
    * 'Correa era parco en la comida y la bebida', dice una persona de su entorno
    * Varias veces al mes la trama acudía al local de alterne 'Pigmalión'
    * A sus conocidas las llamaban 'novias'
    * El otro local que frecuentaban era el preferido por Loquillo, 'El Balmoral'

R. Bécares | Madrid

Ya desaparecido -ahora es un local de comida asiática-, el restaurante Sorolla era el establecimiento preferido por la trama. Situado en la primera planta del número 4 de la calle Hermosilla, muy cerca del Hotel Fénix, era el lugar idóneo para encontrar intimidad. De decoración pesada, con voluminosas telas y cortinajes blancos, el local tenía ocho o diez mesas en su salón principal y tres reservados, sitio preferencial de la trama. Merluza, ensalada o solomillos no solía faltar en la mesa. Aun así, Correa comía poco. "Era parco en la comida y la bebida", precisa un antiguo conocido de Correa.

Las reuniones allí podían durar horas. "Correa era capaz de comenzar una comida de negocios a la hora de comer y empalmar con la cena", dicen los que presenciaron alguna de esas comidas. Cuando se iba el público, el 'maitre' se debía quedar de comparsa para lo que quisieran estos clientes VIP de los reservados Dali o Murillo.

No se cortaban incluso para contar sobre las mesas ovaladas del restaurante importantes cantidades de dinero. Según recoge el sumario, por ejemplo, la organización recibió allí en 2005 un sobre con 29.000 euros de una comisión de Constructora Hispánica. Se sentían tan en casa en sus reservados que incluso citaban allí a su sastre para que les tomara medidas.

Según las conversaciones grabadas por el 'topo' José Luis Peñas incluidas en el sumario, allí se hablaba de negocios y de actualidad política. De los concursos de administraciones que había que lograr, de la situación de los políticos vinculados a la trama e incluso de la actualidad informativa -muchos miembros del clan devoraban los periódicos-. Otro de los restaurantes que solían frecuentar era el Porto Novo.

Pigmalión
La trama conocía el 'Pigmalión', uno de los locales de alterne con más renombre de Madrid, como la 'ofi', pero en verdad era poco más que un sitio de asueto. Según se desprende del sumario, iban frecuentemente al local, donde chicas de procedencia latinoamericana o de Europa del Este, bien vestidas, voluptuosas, algunas elegantes como ejecutivas agresivas, ofrecen sus encantos. Correa no solía beber mucho. Se cuidaba. Decía que sólo tomaba un chorrito de whisky de Malta "para quitarle el sabor dulzón a la Coca-Cola". Crespo y 'El Bigotes' siempre pedían lo mismo en este local donde la consumición no baja de 20 euros: gin-tonics.

Pese a que era un lugar de relax, siempre se hablaba algo de negocios y eventualmente podía servir de escenario para cerrar allí acuerdos usando las armas de seducción femeninas, según se desprende del sumario. En una conversación intervenida por la Policía, Correa le dice a Pérez que se lleve allí a los responsables de organizar el evento de los Grammy en Valencia. Supuestamente para engatusarles en el local, donde también cenaban alguna que otra vez.

"Iban todas las semanas", explican desde el entorno de la trama. A sus conocidas las conocían como las 'novias', según desvela el sumario. "La novia de Peter sentada conmigo, tu novia sentada al otro lado, les dije queréis dejarme hijasdeputa a ver si ligo... y se meaban de risa", le cuenta en una conversación intervenida por la Policía Pérez a Correa sobre una de sus últimas visitas al 'Pigma'.

Mientras fuera, en sus verdaderas oficinas, se mostraban como tiburones empresarios, allí parecían adolescentes. "Tío, dice que está enamorada de mí, ¿tú te lo crees?", le pregunta Correa a Álvaro Pérez sobre una de las chicas del local en otra conversación.

"Paco lo que quiere es que te vayas un montón de tiempo con él fuera de España", le tranquiliza en otra conversación 'El Bigotes' a Rosangela, una de las chicas del Pigmalión que parecía cabreada con 'Don Vito' tras acudir al Fénix la noche anterior.

La trama parecía seguir esa máxima de 'a mi piba ni mirarla', según una persona que les vio actuar allí varias veces y tal y como reflejan las conversaciones intervenidas. Las preferidas de cada uno eran sus preferidas y punto. Los ahora imputados bromeaban con ello. "Ni te acerques... que yo no puedo hablar contigo casi, que nos mata Paco, y se meaba de risa", le relataba Crespo a Correa sobre una conversación con una de las mujeres del establecimiento.

La banda también solía frecuentar el Balmoral, un mítico local de la calle Hermosilla al que el propio Loquillo dedicó un disco. El salón del bar, experto en coctails, estaba decorado con piezas de caza. Acodados en sus barras se podría encontrar a rockeros como Bunbury o Loquillo y a altos gerifaltes de empresas, entre ellos Correa, que tenía bastante aprecio al local, abierto en 1955 con una prohibición: la música, lo que fomentaba la conversación.

"Le gustaban los sitios pintorescos, como era él", confirma un ex amigo del líder de la trama, que celebró allí la fiesta de Navidad de 2003, dejándose en copas alrededor de 9.000 euros, según consta en el sumario. El Pigmalión y el Balmoral, que cerró en 2006, eran sus sitios preferentes para tomar algo por la noche. "No les gustaba salir de los sitios que ellos controlaban, donde enseñaban la pasta y ya eran algo", cuenta gente del entorno de Correa.

La cafetería de Serrano, 50
En esta cafetería de la ‘milla de oro’, famosa por sus sandwiches mixtos, solía desayunar el líder de la trama. El local, alargado y estrecho, salpicado por taburetes altos, y con camareros de toda la vida, recuerda a las cafeterías de la América Profunda.

El propio Correa admitió ante el juez que en el local, donde compraba lotería -era un apasionado del juego y se gastaba miles de euros en lotería por toda España- y se limpiaba los zapatos, desayunó alguna vez con el ex diputado de Castilla León Jesús Merino, imputado por el juez y propietario de una empresa ahora investigada cuyas oficinas eran colindantes al establecimiento.

Empresarios encorbatados almorzando en la barra estos días recuerdan los aires del propio Correa. Los altavoces escupen música de los 60 y 70 mientras los camareros atienden a la clientela, mucha de ella jubilada. Los empleados, fieles a la privacidad de los clientes, no sueltan ni media.

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RUTA GÜRTEL; UNA "SUITE" SOLO PARA ROPA, PROPINAS DE 200 EUROS Y SEIS COCA-COLAS "LIGHT" AL DÍA

Hotel Fénix
 
    * En el céntrico hotel de Colón, su oficina, se repartían las comisiones
    * Podía tener a 4 personas esperando audiencia en sus salones aristocráticos
    * Correa, que vivió allí una larga temporada, tenía alquilada una plaza de garaje
    * Tuvo alquiladas dos suites intercomunicadas, una para vivir y otra de ropero
    * Cada suite vale 500 euros, pero él disfrutaría de descuentos, según el sumario
    * A Correa nunca le faltaba la Coca-Cola light con hielo; se tomaba seis al día

Roberto Bécares | Madrid

"Buenos días, don Francisco". "Buenas tardes, señor Correa". Los empleados del Hotel Fénix seguro que no se han olvidado de 'Don Vito', al que dispensaban un trato exquisito, acorde con sus propinas. "Si en una tarde se dejaba 400 euros, era capaz de dejar 200 de propina", asegura una persona que le vio actuar en el céntrico hotel, a un tiro de piedra de la sede del PP de Génova y de la oficina central de la trama. Sabía cómo ganarse al personal para tener siempre trato preferencial. No en vano trabajó en sus años mozos de botones. Por los salones aristrocráticos del lujoso hotel Correa se movía como pez en el agua.

Desde 2005 y durante más de un año fue su casa y su centro de operaciones, que siguió siendo cuando se marchó de nuevo a vivir a su casa de la Finca de Pozuelo de Alarcón. Era capaz de tener a cuatro personas esperando su audiencia en puntos distintos de los salones palaciegos. Todos los días pisaba los impolutos alfombrados de los salones tachonados por cristales de orfebrería, en cuyos mullidos sillones de terciopelo descansaron sus huesos hasta los mismísimos Beatles. Nunca le faltaba el camarero que le preguntaba cada poco si iba todo bien, si había que traerle algo más al "señor Correa".
 
Seis Coca-Cola light al día
Su petición casi siempre era la misma: "Una Coca-cola light con muchísimo hielo". Era capaz de reprender al camarero si no era así. "Podía beberse seis o siete al día", comenta un conocido de Correa. El lugar era considerado por la trama como "seguro". Allí se repartían los sobres con billetes de color morado a cambio de las gestiones con los alcaldes de la Comunidad y otros responsables públicos. En un informe policial se detalla una de las últimas mordidas, el 12 de marzo de 2009, cuando la trama se repartió 288.485 euros de constructoras en concepto de comisiones irregulares de varias obras en Boadilla del Monte.

El líder de Gürtel tenía alquiladas dos suites intercomunicadas entre sí en la primera planta, según una persona que conocía la trama. Desde sus amplios ventanales, justo encima del Hard Rock, tenía una vista privilegiada de la Plaza de Colón. Una de las estancias le servía de ropero. Ocho o diez percheros llenos de trajes de primeras marcas se desperdigaban por la estancia, vaciada de mobiliario. Allí descansaban también sus zapatos, "los más baratos de 700 euros", precisa otra persona que le conocía.

La otra suite no la tocó. Pese a que vivió allí varios meses mantenía todo como lo encontró: el cómodo sofá del enorme salón, donde recibía a los más íntimos, la mesa de despacho y en la otra habitación su cama 'King Size' -de unos 2,50 metros- frente a una gigante televisión de plasma.

El precio de cada suite oscila entre los 500 y 600 euros al día, aunque podría ser menor, según se desprende del sumario, que recoge una conversación en la que Crespo le pide a Andrés Bernabé, otro de los miembros de la trama, que pida a la directora del hotel una reserva para el primo de Correa "barata, como si fuera para el jefe". Aunque pagara el precio oficial, era calderilla para el tipo que en sólo un año -en 2005- fue capaz de ingresar 7,3 millones de euros en sus cuentas de la Isla Caimán.

Visto así, era normal que le soltara 20 euros cada día al aparcacoches que le traía su vehículo, normalmente su Audi A8 que solía llevar su chófer, de su plaza privada en el hotel. En la flota de Correa también había Cooper Mini y varios todoterrenos de lujo. También tenía alquilado a veces los servicios de un taxi concreto, un Mercedes. "Él lo arreglaba todo con dinero", asegura gente cercana a su entorno.

Ahora la dirección ha prohibido hablar a sus trabajadores. "El tema tuvo mucho 'boom' y no podemos hablar de ello", suelta por lo bajini un camarero azorado, y no precisamente por cobrar seis euros por un café con leche.


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RUTA GÜRTEL; PESAS A DIARIO EN EL GIMNASIO DE LA IDÍLICA URBANIZACIÓN

La Finca, la Joyería Suarez y el gimnasio

    * Correa disfrutaba de una cómoda vida en un chalé de 600 m2
    * Está ubicado en la 'urbanización de los famosos' de Pozuelo, donde vive CR7
    * Era un obseso del deporte; hacía pesas todos los días en el gimnasio
    * 'Estaba obsesionado con el ejercicio', dice un conocido
    * La trama se gastó más de 125.000 euros en relojes en la misma tienda

R. Bécares |

El chalé en la Finca
La residencia habitual de Correa era un chalé de ladrillo visto de 600 m2 con piscina de la prestigiosa urbanización de 'La Finca', en Pozuelo de Alarcón, donde viven conocidos artistas y futbolistas. Agentes de seguridad prohíben la entrada a la urbanización, arbolada y coqueta como las de las películas americanas.

Sus vecinos evitan hablar sobre Correa y su esposa, a nombre de cuyo padre, Emilio Rodríguez Bugalló, imputado en el ‘caso Malaya’, está el chalé. Los adosados cercanos en venta cuestan alrededor de dos millones de euros. Un año antes de que se destapara la trama, Correa y su mujer se fueron a vivir a su casa de Sotogrande (Cádiz), un ático en medio de una exclusiva zona.

El gimnasio
A medida que crecía su patrimonio, Correa se volvió más pejigero con su imagen, que cuidaba al detalle. Los trajes ajustados, el dobladillo del pantalón en plan pesquero -"como se lleva ahora", decía él- y un cuerpo atlético. A uno de los gimnasios que acudía Correa, normalmente por la mañana, era al prestigioso centro deportivo Reebok de Pozuelo de Alarcón, un recinto ultramoderno de 25.000 m2 con peluquería y restaurante situado muy cerca de su residencia habitual. La cuota le costaba 220 euros al mes.

"En los últimos tiempos estaba obsesionado con el ejercicio", dice una persona del entorno de Correa, que aparte de ejercicios con pesas jugaba también al baloncesto y salía a hacer rutas con la bicicleta.

En una conversación intervenida en el sumario entre José Luis Peñas, el ex concejal de Majadahonda que destapó la trama y Correa, éste presume de lo 'mazado' que se está poniendo mientras le enseña los bíceps al ex concejal. En otra conversación, el propio Correa, que varias veces compartía gimnasio con otro de los imputados, Jacobo Gordon, amigo de Alejandro Agag, comentaba que se estaba preparando la carrera ultraman, una prueba de triatleta de exigencia máxima.


Joyería Suárez
A unos 200 metros de la oficina oficial de 'Gürtel', la prestigiosa joyería Suárez, frecuentada por los Príncipes de Asturias, era donde la trama compraba los regalos para los políticos de su entorno. Un empleado extranjero, barnizado por rayos UVA, afirma educado en la puerta: "Cualquier información en la oficina central". Y a continuación invita al periodista a salir.
 
Era su tienda de preferencia. Los miembros de la organización corrupta se dejaron allí más de 125.000 euros en más de 30 relojes de lujo, según las facturas aportadas por la Unidad Económica de Delincuencia y Fiscal.

Los relojes eran comprados para regalar a empresarios y políticos afines. Entre ellos el diputado imputado Benjamín Martín Vasco o el ex alcalde de Majadahonda imputado, Guillermo Ortega, que era un apasionado de los relojes de lujo.

La mayoría de artículos eran pagados en el acto, sobre todo cuando el que los compraba era el líder de la trama, Francisco Correa. Los relojes, de 3.000 a 9.000 euros, de marcas tan prestigiosas Patek Phillipe Oro, Hublot, Bulgari o Cartier, eran abonados casi siempre en efectivo con facturas a nombre de las empresas Special Events, Orange Market o Pasadena Viajes.

Muchos de los relojes iban con el anagrama de la empresa, para que los beneficiarios tuvieran en cuenta siempre quién se los había regalado. El dueño de la tienda, D.D., aseguró ante el juez que Correa siempre buscaba ser atendido por él, ya que "buscaba un trato directo y personal". El citado dueño declaró que sabía que Correa organizaba eventos pero desconocía el nombre de sus empresas.

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