martes, 27 de diciembre de 2011

"CASO GÜRTEL"; ADVERTENCIAS A CAMPS, EL SILENCIO DE MILAGROSA Y PREGUNTAS "IMPERTINENTES"

El juez Climent advierte al ex presidente que guarde silencio o le echa
Una ex cajera de Milano y Forever declara que Camps y Costa 'no pagaban'
Milagrosa Martínez, la única de los altos cargos citados que no ha declarado

Iván Pérez | Rodrigo Terrasa | Agencias | Valencia

La duodécima jornada del denominado 'juicio de los trajes' ha supuesto el fin de la "pesadilla" de tres años de investigación policial y judicial para el ex responsable de Milano José Tomás, y la declaración de una decena de altos cargos de la Administración, cuatro de ellos imputados en una causa matriz por presunta financiación irregular.

La sesión de este martes, únicamente matinal, aunque ha finalizado sobre las 15.30 horas, ha sido la primera de todo el proceso en la que se ha cumplido el calendario de declaraciones previsto, pese al retraso acumulado. En ella hemos sido testigos de la 'redención' del sastre que no es sastre, que ha salido airoso de la segunda entrega del interrogatorio de Boix, letrado de Camps, de las reiteradas advertencias del juez Climent al ex presidente por gesticular y hablar en voz alta y de un rosario de preguntas "impertinentes" a criterio del magistrado.

En la segunda parte de su declaración como testigo tras las siete horas del lunes, Tomás ha afirmado que tenía "orden" de los supuestos cabecillas de la red Gürtel, Pablo Crespo y Álvaro Pérez 'el Bigotes', de que a clientes como Camps "no se les cobrara" por los encargos realizados.

En su testimonio ha vuelto a afirmar que las prendas supuestamente regaladas al ex presidente y a Ricardo Costa las pagaba "siempre" Pablo Crespo, y ha rescatado el episodio en el que Camps le pedía que le sacara dela puro y "no le faltaría de nada". Esta vez, el recuerdo ha venido acompañado por las lágrimas de la mujer de Camps.

Al abandonar el Palacio de Justicia, el "director de moda", 'vencedor' en el segundo asalto con el letrado de Camps, ha afirmado que su "pesadilla" personal ha acabado tras testificar y que no desea saber "absolutamente (nada) más" del caso Gürtel.
 
'Ni Camps ni Costa pagaban' sus prendas
Tras José Tomás ha declarado la cajera Ana Belén Luque, que trabajó en Milano entre 2003 y 2006 y en Forever Young más tarde, y ha afirmado que "ni Camps ni Costa pagaron" sus prendas y que éstas se anotaban en cuentas de Pérez y Crespo.

Luque ha reconocido los documentos de venta que le ha mostrado la Fiscalía y la acusación popular y los ha relacionado con dos inventarios de deudas pendientes que se elaboraron en 2006.
 
Villalonga no recuerda, Milagrosa no habla
La ex cajera de las tiendas de ropa ha dado paso a una sucesión de testimonios, hasta una decena, de altos cargos o ex responsables de la Agencia Valenciana de Turismo y la Conselleria de Turismo.

La tónica general ha sido admitir su militancia 'popular' y no conocer a 'El Bigotes' hasta que se destapó la trama corrupta. Recuerdan que Álvaro Pérez organizaba actos del partido, pero señalan que la relación de la Administración valenciana con Orange Market no era diferente al trato con otras muchas empresas.

Mientras el juez ha considerado "impertinentes" en varias ocasiones las preguntas de las defensas sobre la posible influencia de los procesados en contratos y adjudicaciones públicas -no afecta al derecho de la defensa preguntar por algo de lo que no se acusa-, el letrado de Costa se ha dedicado a desmarcar a su cliente de posibles responsabilidades y capacidades para tomar decisiones en el seno del Gobierno valenciano.

Por orden de intervención han desfilado por la sala María Victoria Palau, Jorge Miguel Guarro, Juan Bover, Isaac Vidal, María José Argudo, Dora Ibars, Isabel Villalonga, Milagrosa Martínez, Carlos Alberto Preciosos y Jorge Juan Muñoz.

Las intervenciones más destacadas han sido las de Isabel Villalonga, subsecretaria de Turismo hasta 2005, quien asegura no tener relación con Francisco Camps y admite haber contratado con Easy Concept, aunque de forma "menor". "Por lo que he visto", Álvaro Pérez se encargaba de la organización de los eventos, ha declarado Villalonga ante el juez.

Menos ha durado el interrogatorio a la ex presidenta de las Cortes, Milagrosa Martínez, quien se acoge a su derecho a no declarar como imputada en la causa de la presunta financiación irregular en el partido. La también ex consellera de Turismo tampoco se ha pronunciado cuando la acusación le ha preguntado por el reloj que presuntamente le regaló la trama.
 
Tensión en la sala
Los letrados de la defensa han aludido a que las conclusiones de la Fiscalía consideraban que Camps y Costa podían "desplegar influencia" en relación a intereses económicos de la trama corrupta. La inadmisión de estas cuestiones ha soliviantado al ex presidente Camps, que ha empezado a gesticular y a realizar comentarios de rechazo desde el banco de los acusados y ha sido advertido hasta en tres ocasiones por Climent.

"Camps, guarde silencio, por favor. Guarde silencio o lo tendré que echar de la sala -ha reiterado-, si quiere hablar con su abogado hágalo en silencio y que no le escuche nadie", ha manifestado Climent, tras lo cual Camps se ha levantado y ha realizado unas indicaciones al oído de su abogado.

Instantes después, el magistrado presidente le ha rogado "una vez más" que "no haga gestos ni hable, y mucho menos delante del testigo o del jurado", y también ha pedido al público presente que se abstuviese de saludar a los acusados.

En sus declaraciones, los testigos de la Administración han asegurado que las contrataciones de la Agencia Valenciana de Turismo o de la Conselleria no dependían de Presidencia ni del PP valenciano, que en su mayoría no conocían a Álvaro Pérez y que, en consecuencia, éste no les indicó que tuviese buena relación con Camps.

A pesar de que Guarro, Vidal, Ibars y Martínez están imputados en una causa matriz con cargos entre los que figuran los delitos de supuesta financiación ilegal del PP, prevaricación, malversación de fondos y cohecho, solo la ex consellera y ex presidenta de las Cortes Milagrosa Martínez se ha negado a declarar acogiéndose a esta condición.

"CASO GÜRTEL"; EL TESTIGO CLAVE DEL JUICIO JURA QUE CAMPS "JAMÁS PAGÓ NI UN EURO DE SUS TRAJES"


El sastre José Tomás dice que nunca quiso perjudicar con su declaración al expresidente valenciano, al que quería mucho

Ignacio Zafra / María Fabra Valencia

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José Tomás García, exdirector comercial en las tiendas Milano y Forever Young, testigo clave en el juicio de los trajes derivado del caso Gürtel, pasó todo el lunes declarando en el tribunal y aseguró que Francisco Camps: “Jamás ha pagado ni un solo euro ni en Milano ni en Forever. Lo juro por Dios y ante este jurado”. Tomás, conocido como el sastre, narró el temor que embargó al expresidente al conocer que el empleado iba a declarar al día siguiente sobre los supuestos regalos que la trama Gürtel hacía a cargos valencianos, entre otros, a él mismo y Ricardo Costa. “El día anterior me llamó no una, sino seis o siete veces. La última fue cerca de la una y media de la mañana”; “me llegó a decir: ‘Por favor, sácame de esta, que cuando pase esto hablaré con tu jefe y no te va a faltar de nada”.

La declaración de José Tomás se esperaba con la sensación de último asalto. Los muchos testigos que han desfilado ya ante el Tribunal Superior de Justicia valenciano han aportado su versión sobre los fragmentos del supuesto cohecho que tuvieron oportunidad de conocer. Tomás era, sin embargo, el único que podía ofrecer un teórico relato completo de lo ocurrido, desde el día en que tomó por primera vez medidas a Camps en el Hotel Ritz de Madrid y a Costa en su despacho de secretario general del PP valenciano, hasta el envío de las prendas a Álvaro Pérez y el pago por parte de las empresas de la trama “con talones, transferencias o en efectivo”. “Yo era el que les acompañaba desde que entraban en la tienda hasta que salían”, contó.

Las defensas, especialmente la de Camps, habían dedicado muchas sesiones a intentar desacreditar anticipadamente a Tomás. La táctica pareció haber dado algún resultado porque cuando el sastre entró en la sala y se sentó alguno de los jurados lo miró con un gesto que parecía expresar algo más que prevención. A medida que la representante de la Fiscalía Anticorrupción avanzó en el interrogatorio y Tomás fue hablando (con respuestas extensas, una considerable dispersión y un buen número de anécdotas) los rostros fueron cambiando, como si se cumpliera el principio de que la credibilidad la dan los detalles. Y Tomás dio muchos.

Confirmó, tal y como ha declarado Camps, que hizo cuatro trajes que el expresidente acabó devolviendo. “¿Esa devolución era porque rechazaba el regalo?, preguntó el abogado de la acusación popular que representa a los socialistas, Virgilio Latorre. “Fue porque no le quedaban bien. Me llamó y me dijo: ‘Oye a mí esto no me gusta cómo me queda. El tercer botón este es altísimo...”, contestó Tomás. “El señor Camps me dijo que jamás se ponía una prenda si no estaba hecha exactamente como a él le gustaba. Desde el primer detalle al último”, añadió.

Contó cómo, para satisfacer esas peticiones, decidió finalmente pedirle a Camps un traje (“uno con el que se sintiera cómodo”) y desmontarlo completamente para tomar de ahí las medidas. Explicó cómo hablaba posteriormente por teléfono con el encargado de la sastrería industrial Sastgor para asegurarse de que las prendas quedasen exactamente a su gusto. Y la premura con la que en algunas ocasiones tuvo que terminar los encargos del expresidente. Una vez, con motivo del premio de Fórmula 1 en Valencia. Otra, para una recepción en Nueva York. Y una tercera para conseguirle un esmoquin negro (“como manda el protocolo del Vaticano”) para ir a ver al Papa a Roma.

Tomás aseguró que todos en las tiendas sabían que las prendas para Camps y Costa las pagaba el número dos de la red Gürtel, Pablo Crespo, y que este “no se fiaba” de que Álvaro Pérez El Bigotes no cargara a otras prendas que eran para él. “Crespo me hacía detallarle por personajes qué prendas compraba cada uno”, dijo Tomás.

La defensa de Camps había tratado de convencer al jurado por anticipado de la animadversión que el sastre tenía contra el expresidente. Tomás afirmó, en cambio, que todo el proceso le había dolido “muchísimo” y que “los quería mucho”. “Parece como si se me responsabilizara de haber dicho la verdad. Como si yo fuera un traidor a algo. Yo, que toda la vida he sido votante del Partido Popular”, sostuvo.

La línea del interrogatorio de la acusación popular chocó un poco, en un principio, al adoptar un tono más inquisidor que conciliador con un testigo clave para sostener sus acusaciones. Sin embargo, de inmediato quedó patente que el letrado utilizó su turno para adelantar todas las contradicciones en las que podía incurrir el sastre cuando comenzara a preguntar la defensa de Camps. Tanto fue así que este, Javier Boix, llegó a agradecer a la acusación, no sin cierta sorna, “que haya adelantado las cosas que yo quería preguntar”.

Las preguntas se refirieron, fundamentalmente, a las declaraciones, hasta seis, que José Tomás ha protagonizado ante la policía y los juzgados. Este lunes, ante el jurado, insistió en que nunca se ha desdicho de ninguna de ellas y mantuvo que únicamente puede haber precisiones entre unas y otras y que se hayan recogido afirmaciones que él realmente conoce por boca de otros empleados de las tiendas. Sin embargo, en su primer tramo de interrogatorio, que continuará el martes, la defensa de Camps no dejó de instigarle sobre las diferentes versiones y pidió la incorporación de los testimonios ofrecidos hasta ahora. Esta documentación se añade como prueba de la credibilidad del testigo ya que el jurado no ha de conocer nada de lo que se tramitó en la causa sino únicamente los testimonios y pruebas que se planteen durante el juicio.

Además, José Tomás tenía preparado un golpe de efecto que no gustó a las defensas. Al ser preguntado por unos tiques de Forever Young, los que supuestamente fueron manipulados y sobre los que el propietario de la tienda, Eduardo Hinojosa, acabó admitiendo que eran copias, el sastre dijo que los documentos que le estaban mostrando eran falsos. ¿Cómo lo sabe?, le preguntó el abogado de la acusación. “Porque yo tengo los originales”, dijo y sacó unas fotocopias que, según dijo, están en un CD de la causa principal, que se instruye en Madrid y que corresponden a esos mismo tiques en los que figura claramente el nombre de Camps.

La insistencia de José Tomás sobre la ausencia de cualquier tipo de pagos de Camps varió al referirse a Ricardo Costa, del que llegó a decir que en ocasiones pagó algunas prendas. El testigo ratificó la versión del acusado sobre un primer traje encargado en Milano ya que confirmó que su secretaria llamó para pedir el precio. Incluso admitió saber que Costa le había dado el dinero a El Bigotes para pagarlo pero aseguró que ese dinero “nunca llegó”, sino que el encargo siguió el trámite de todos los demás, que fueron pagados por el número dos de la trama, Pablo Crespo. Aún así, Tomás siguió las instrucciones de Álvaro Pérez y llamó a la secretaria de Costa para agradecerle el pago y decirle que “no corría tanta prisa”. Al margen de este encargo, el sastre certificó la existencia de otros encargos realizados por el ex secretario general del PP valenciano que no fueron abonados.

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"CASO GÜRTEL"; LOS CARGOS INSTITUCIONALES DE CAMPS MINIMIZAN LOS CONTRATOS A ORANGE MARKET

La expresidenta de las Cortes se niega a declarar al estar imputada en la financiación ilegal

María Fabra Valencia

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El juicio al expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha contado esta mañana con la comparecencia de una decena de cargos que formaron parte de la Agencia Valenciana de Turismo, que fue una de las administraciones que contrató con Orange Market, la sociedad que, presuntamente, pagó los trajes.

Las declaraciones de los distintos cargos institucionales han sido muy parecidas. Todos admitieron que, al margen de Orange Market, desde sus puestos, contrataron con otras muchas empresas e incluso, algunos de ellos, minimizaron los montantes que se llevó la sociedad que lideraba Álvaro Pérez El Bigotes. También todos dijeron que el trato con esta empresa fue igual que el que mantenido con otras contratistas de la Consejería de Turismo, que era de la que dependía la Agencia que adjudicaba los expositores de Fitur que hizo Orange Market.

Sin embargo, ninguno pudo contestar a la pregunta que, insistentemente, ha pretendido formular la defensa de Francisco Camps sobre si en alguna ocasión recibieron algún tipo de instrucción para beneficiar a las empresas de la trama. El presidente del tribunal del jurado, Juan Climent, ha declarado improcedentes todas estas preguntas, al considerar que no están relacionadas con la causa. El juicio se está celebrando por un cohecho impropio, después de que Camps y el exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, hayan sido acusados de recibir regalos en su condición de autoridad y no por cohecho propio, que sería la acusación si estos regalos se hubieran recibido en contraprestación por alguna adjudicación o contrato.

La única testigo que se ha negado a declarar ha sido la exconsejera de Turismo y expresidenta de las Cortes, Milagrosa Martínez, que está imputada en la causa de financiación ilegal del PP valenciano, por lo que se ha acogido a su derecho a no responder a las preguntas por si sus respuestas le pudieran perjudicar en el otro asunto.